¿ESTÁ EL CORZO DESAPARECIENDO DEL NORTE ESPAÑOL?
Dando una respuesta concisa al tema que hoy nos ocupa diría sin lugar a dudas que sí, el corzo está sufriendo un descenso de población en las zonas norteñas de nuestro país muy considerable, hasta el punto de haber desaparecido por completo de zonas donde antes dominaba los territorios con poblaciones muy abundantes.
No es una simple percepción personal, pues mi experiencia bien poco vale si no se contrasta con más personas que recorren territorios diferentes. No han sido pocos los cazadores de León, Zamora, Galicia, Palencia…etc que han comprobado esto que ahora afirmo, el corzo desaparece.
¿QUÉ ESTA PASANDO?
Pues bien, paso ahora a desarrollar mi teoría del por qué está pasando este trágico acontecimiento.
Ya todos conocemos desde hace años que este pequeño cérvido viene sufriendo las dichosas larvas de moscarda por su nombre científico cephenemyia stimulator. Esta especie de moscardón deposita sus larvas en las cavidades nasales del corzo y estas se acaban alojando en la faringe y laringe del cérvido produciendo obstrucciones considerables del mismo. Se han llegado a contar más de 60 larvas en un mismo individuo.
Se sabe que este parásito por sí mismo no produce la muerte del corzo, pero creo que hay un efecto que condiciona bastante a nuestro pequeño cérvido en las sierras del norte de España.
La obstrucción que producen las larvas de la mosca hasta que desalojan la cavidad nasal para pasar a la fase adulta, produce que los corzos no puedan inhalar el aire suficiente cuando están en demanda exigente de oxígeno, o sea en carreras o periodos de fatiga.
Y es aquí donde los montes del norte peninsular tienen un elemento que hace que la ecuación para el corzo sea fatal.
EL LOBO UN FACTOR DETERMINANTE
Las zonas donde se está produciendo este bajón tan drástico de ejemplares de corzo coinciden en espacio con el Canis Lupus Signatus. El lobo tiene como pieza predilecta dentro de nuestros montes norteños al corzo.
Para el que no conozca cómo caza el lobo les diré que utilizan su gran resistencia para emplear la técnica del desgaste, es decir, levantan a los corzos una y otra vez hasta que los agotan para luego así alcanzarlos sirviéndose de su enorme aguante y su famoso trote lobero con el que pueden desplazarse numerosos kilómetros sin cansarse.
El corzo, en cambio, tiene una carrera más explosiva donde la demanda de oxígeno es muy alta y es ahí donde este dichoso parásito condiciona el futuro del corzo cuando se ve perseguido por nuestro emblemático lobo. El corzo no resiste como cuando estaba “limpio”. Por poner un ejemplo si antes al lobo le hacían falta 20 carreras ahora es suficiente con 5 para darles caza.
Creo que esto está marcando la diferencia de manera muy considerable. Pues se sabe de zonas no loberas en las que la moscarda lleva años y las poblaciones no están sufriendo este bajón tan acusado.
Los zorros también pueden aprovechar momentos de debilidad en caso de parasitosis extrema atacando a los corzos cuando están débiles, no obstante, en mucha menor medida que su hermano mayor.
¿QUÉ HACER FRENTE A ESTE PROBLEMA?
Si algo queda de nuestra mano para ayudar de alguna forma a este pequeño cérvido es colaborar en la recogida de datos de individuos abatidos, pueden por ejemplo, contactar con la ACE (Asociacion del Corzo Español) (@acecorzo en Instagram) y colaborar con la entrega de muestras pues llevan años denunciando este problema y estudiando causas, efectos y posibles soluciones.
Por otro lado, debemos aliviar de depredadores nuestros cotos en la medida en que nos sea posible. La exposición de “comida fácil” ha hecho que en algunas zonas tanto lobos como zorros hayan experimentado un crecimiento y expansión sin precedentes.
Y, por último, levanten el cañón del rifle, respeten el difícil momento que está sufriendo nuestro querido corzo, seleccionen muy bien los individuos que vayan a disparar, reduzcan los cupos, sean cazadores conscientes y verdaderos amantes de la naturaleza y sepan estar a la altura de las circunstancias. El monte no olvida y tarde o temprano siempre recompensa a todos aquellos que de verdad lo respetaron.
Toda esta teoría es fruto de mi observación y horas de campo que no tiene por qué ser una verdad absoluta ni única causa del problema que sufre nuestro corzo en el norte de España, pero no sé por qué, creo que no voy muy desencaminado.
¿Y tú que opinas?
Un afectuoso saludo
Jerónimo Cuesta